Por TJ Horan,Vicepresidente de soluciones antifraude en FICO
Mi predicción para el 2019 es que mi billetera será aún más delgada para el próximo diciembre. El pronóstico más factible es que yo, junto con millones de otros consumidores, nos olvidaremos del efectivo en 2019. Por ejemplo, de acuerdo con los nuevos datos de Capital One, tres de cada 10 estadounidenses dicen que nunca o casi nunca llevan dinero en efectivo, y que los millennials, especialmente las mujeres son las que tienen menos probabilidades de tener efectivo disponible.
Además, es notable una marcada diferencia en la facilidad de realizar transacciones móviles en 2018, durante mis extensos viajes pude notar que se está volviendo increíblemente fácil realizar casi todas las transacciones diarias con un teléfono inteligente.
- ¿Un auto al aeropuerto? Uber o Cabify.
- ¿Una reserva de hotel? En algunos hoteles puedo usar mi teléfono para pagar la habitación y entrar, evitando largas colas en la recepción.
- ¿Quieres pedir comida a domicilio? Existen variadas aplicaciones para pagar esto.
- ¿Quieres pagar el estacionamiento? No es necesario hacer colas, con una aplicación se puede pagar desde el teléfono.
En 2019 las transacciones móviles serán aún más fluidas.
¿Menos transacciones de efectivo resultará en más fraude?
Como la mayor parte de las transacciones basadas en efectivo (sin importar lo pequeñas sean) se reemplazan con transacciones digitales, naturalmente la cantidad de oportunidades de fraude aumentarán. Con esto, no estamos hablando de transacciones con tarjetas de crédito digitales, donde las pérdidas por fraude son relativamente estables, son referimos a nuevos vehículos de pago que están vinculados a cuentas bancarias minoristas.
Por último, para 2019 es probable que las pérdidas por fraude asociadas con las aplicaciones de pago móvil empeorarán antes de mejorar. Al menos en los Estados Unidos, los pagos en tiempo real son relativamente nuevos y las defensas contra el fraude simplemente no son tan maduras como lo son en el espacio de la tarjeta de crédito. Esta rápida aceleración hacia consumidores sin dinero en efectivo estirará la defensa contra el fraude existente en varias dimensiones. ¡Vamos por un 2019 sin efectivo!